1. |
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Aunque hoy no es un buen día,
tengo que cantarte, corazón;
aunque el sol nos confundía
cuando la oscuridad, al alba, apareció.
Así como el viento mueve las hojas,
sacude mi alma, la vida y me grita:
“¿¡Qué camino hay que seguir!?”
Pero sigo aquí:
cantándole a mi corazón…
Cantándole a mi corazón.
Aunque hoy el sueño es malo,
tengo que vivir sufriendo;
y aunque sufrir nos salga caro
el cielo nos dará consuelo.
Así como el mar mueve las olas,
sacude mi alma la muerte y me grita:
“¿¡Es justo seguir así!?”
Y sigo aquí:
cantándole a mi corazón…
Cantándole a mi corazón.
(2007)
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2. |
Pobre Canción
06:00
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Sueño contemplar –no miento, señores-
a una mujer de coral,
una bruja vestida de sol
o un fantasma de ruina y amor.
Sueño acariciar un alma sincera,
una sombra de tempestad,
una ráfaga azul de quietud;
y versos sangrados de una esclavitud.
PRECORO:
Y concebir la canción
de la que hablan los poetas y su dolor…
CORO:
¡Pobre canción! Cansada
de ser la absurda recompensa
de un traidor que nada
le da y que, en cambio, la estropea,
abusando de ella
y dejándola desnuda
y en cadenas.
Sueño serle fiel, andar de su mano,
besar sus acordes de miel
y abrazar su silueta, su piel,
su aroma a nostalgias vertidas en un papel.
Sueño defender su linda figura
de aquellos que quieren poder,
los que buscan robar su verdad,
de aquellos que matan su dignidad.
PRECORO Y CORO
(2005)
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3. |
Isabel
03:48
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¿Cómo el porvenir
mancha tan oscura las hojas
que destilan rocío
de jóvenes canciones?
¿Cómo sin saber,
el cielo, de perversidad, se lleva
la risa, la vida,
el alma de alegrías?
CORO:
¿Acaso no hay una estrella
que me ayude a entender cómo
la vida no se llena con años
sino con amor?
¡Cómo la verdad
es tan fácil desechar! Pero,
¡Cómo duele y penetra
cuando no se acepta!
¿Quién puede saber
de tiempo y de emociones, de luchas?
¿Quién puede saber
de vida y muerte, de ilusiones?
CORO
¿Acaso no hay paraíso
que me ayude a entender cómo
la muerte pide permiso de Dios
para volar y volver…?
(2006)
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4. |
Es Amor
04:19
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No se entiende ni se busca,
sólo aparece desnudo como el aire;
no te roza las mejillas,
ni te besa con los segundos encima.
Pasa ante tus ojos y vos lo ves o no,
se transforma en una mágica visión
(como una estrella en un amanecer…).
No se escucha ni se toca,
pero llena de armonía el corazón;
no te mira de reojo
ni te oculta las verdades con temor.
CORO:
Y es tan real que no lo podés ver
y tan humano y sincero,
no es querer… Es amor.
No es la sombra que te sigue
como el sueño que te apacigua en la cama;
no te pide más a cambio,
sólo nace sin importar cómo y cuándo.
Pasa ante tus ojos y vos lo ves o no,
calma la tormenta de la indecisión
(para alcanzar algún lugar mejor…).
No se aburre, no se cansa
de mirar mil veces esas mismas manos;
no se canta en egoísmo
sino que nos unifica en hermandad.
CORO
(2006)
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5. |
Mujer del Mar (Adriana)
05:21
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Lejos de aquí, en una tierra escondida,
una mujer sin calma, pero sin prisa,
descubrió la forma
de llenar un corazón
sin siquiera tocarlo,
sin pensar en su voz.
Esa mujer no fue tallada con carne,
esa mujer era destreza, era arte;
esa mujer es el tesoro perdido,
esa mujer, es corona del olvido.
CORO:
Su cabello es el dueño de las olas,
y su piel encanto de las aguas.
Y sus ojos son la brisa y es tormenta
de su alma, y su voz luz que se entrega.
Es el canto de la Mujer del Mar.
Lejos de aquí, en un rincón dorado,
una mujer con un rostro olvidado,
descubrió el secreto de llenar un corazón
sin siquiera tenerlo, sin escuchar su voz.
CORO
(2007)
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6. |
Como en Tantas Canciones
04:50
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Hoy llueve, como en tantas canciones,
la tierra mojada huele a soledad…
y no hay piedad si azotan mis ventanas
los vendavales de mi sinceridad.
Hoy llueve, el cielo está de luto,
comparte la agonía de un yermo corazón,
por no abrazar, por no ser libre aún,
por no sentir más que con una canción.
Hoy llueve, como en tantas canciones,
pero tu luz no me deja llorar;
la brisa que me abraza comienza a susurrar
que no existe canción que ocupe tu lugar.
Hoy llueve, tu llanto empapa todo,
y las paredes oyen tu voz que no se va.
Hoy llueve, como en tantas canciones,
y, como en tantas canciones, no estás…
¿Dónde están tus mágicas manos
de mujer, de paloma, de luz?
¿Dónde están los luceros de un dios
que una vez me pintaste de flor?
¿Dónde estás tan perdida en la noche
buscando a aquellos que hoy pueden querer?
¿Dónde estás, dónde quedó el calor
de los besos de ayer?
¿No será que tu sombra se fue?
¿No será que jamás te besé?
(2005)
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7. |
11 de Abril
04:55
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En éste lecho, tendido,
bajo la luz de un farol,
tomo éste lápiz y escribo,
después de hablar con el sol,
acerca de ti,
de lo que ha hecho la historia
para salvar tu memoria infeliz.
Historias hay demasiadas,
canciones que cantaría:
coraje y fuerzas armadas,
y un Debravo y su poesía.
Leyendas desconocidas
que en el colegio leí
y los desfiles que vi en la avenida.
CORO:
Quizá yo no tenga razón
de cantar ésta caricia del alma,
pero de éste esfuerzo nació la esperanza,
la misma con la que
Juan, abatido, acalló el mesón.
Por vos creció el condenado
de tío Conejo, embarcador,
y el Coyote ardiendo por
“amigo de ser casado”.
Y una “Luna Liberiana,
que me embriaga de amor”.
Y marimbas que zumbaban en mi corazón…
Mientras los “hijos del pueblo”
levantaremos la frente,
defenderemos el pecho
donde tu corazón, caliente,
late con dificultad,
por gente que te apuñala
y por otros que callan habiendo necesidad.
CORO:
Quizá yo no tenga razón
de cantar ésta caricia del alma,
pero de éste esfuerzo nació la esperanza,
la misma con la que
Juan, abatido, acalló el mesón.
Quizá yo no tenga razón
de cantarle a ésta calle florida,
pero de ésta tierra nació la esperanza,
la misma con la que
Juan, abatido, acalló el mesón.
(2006)
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8. |
Mi Próximo Sufragio
04:13
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Antes de caminar la ruta del infierno
hoy te he venido a dar algo que aún no tengo;
y no es exagerar el darte algún consuelo,
si soy tu hijo, más me corresponde hacerlo.
Comenzaré diciendo que fue culpa del viento,
que tu color fue siendo distinto con el tiempo:
el blanco ahí quedó, rojo y azul fue verde;
de piedra el corazón y de papel la mente.
CORO:
Y, ¿qué pasó? Preguntaba la gente,
se le olvidó, ay, que los malos mienten,
quien prometió y luego se arrepiente
me engañará a mí, pero no a la muerte.
¿Qué puedo hacer más que seguir cantando?
Tal vez la Luz nos estará escuchando,
si todo es inútil con los años,
éste será mi Próximo Sufragio.
La Democracia es un arma de dos filos
que no revela quién puede ser enemigo;
divide el corazón, la razón se suicida
(o, al menos, así pasa en ésta tierra mía).
Antes de caminar, quiero que quede claro,
mi espíritu te ama pero no doy mi canto,
a todos esos bichos que comen de mi plato,
ni cumplo los caprichos que usan tu nombre santo.
CORO
(2012)
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9. |
No te he Pedido Alas
04:48
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No, no te he pedido alas,
no he hecho una canción
para que me agradezcas.
No he cantado tan cerca
para estar en las buenas
y en las malas.
No, no te he pedido un cielo
donde recostar mi carga pobre.
No he llorado, aunque soy un hombre,
para que vengas y me des
consuelo.
No he pensado complacerte por obligación
y así no comprar con engaños tu corazón.
He esperado, he esperado la ocasión.
No pido nada, sólo que entiendas mi ilusión.
No, no te he pedido un beso
de cortos viajes a otras tierras,
no quiero besar a quimeras
que se esfuman al contacto
del silencio.
No, no te he pedido ojos de ternura,
una caricia de tus manos;
sólo espero que seas la cura
para que amar me haga más
ser humano.
No he pensado abrazarte como una amenaza,
ni espero ver a que te pierdas en tu casa.
He esperado con paciencia tu llegada.
No pido nada, sólo que entiendas a mi alma.
Y no, no digas nada,
quería contarlo simplemente.
Y si algún día te dignaras,
aquí te pido que al menos que algo
diferente.
(2005)
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10. |
Sobros (con Méndez)
04:10
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Con los sobros de su vida
le pagó tantos momentos:
alegrías, sufrimientos
y alguna que otra herida.
Y tanto le dio que al final,
a la vida le debía,
unos besos, mil estrellas
y cuatro años de risas.
ESTRIBILLO:
Y aún ahora cada noche
se pregunta qué pasó,
si dio todo lo que pudo dar
o si algo le faltó.
Y ella cada noche cobra
cada gota de sudor,
que él vertió creyendo por amor,
pero nunca le alcanzó.
Con los sobros de su vida
ella daba hasta los huesos
de los sobros de los besos
que quedaban sin salida.
Y tanto le dio que al final,
él creyó que no podría
ser amado ni ser libre
hasta el final de sus días.
ESTRIBILLO
CORO:
Sobros, nadie ama dando sobros.
Sobros, nada crece con los sobros.
- Dando sobros, no...
- No trasciendes si recibes...
- No te engañes, te lo digo...
- Nada crece, nada avanza, nada vale...
Y él se convenció que ella lo quería,
pero para bailar ésta canción
se necesitan…
ESTRIBILLO Y CORO
(2013)
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11. |
Secretos Nocturnos
04:49
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|||
|
Ya era noche para entonces,
cuando la lluvia pasó.
Nadie supo de sus voces,
las canciones que nadie escuchó.
Y era sólo un alma, hermosa,
de esas que nunca nadie ha visto;
y que sus vidas no rozan
por estar ciegos del egoísmo.
Y se encontraron libres,
encadenados entre sus ramas
y se olvidaron de los miles
que les persiguen en la cama.
Pero ni en un millón de sueños
les podríamos robar
las caricias, los abrazos,
las ganas de volar.
Cuando las sábanas callaron
toda la tierra se esfumó,
nadie pensaba que de un rayo
pudiera un hombre alzar el Sol.
Y se acabaron los relojes,
sueño efímeros del mundo,
como olvidados los rencores,
ella y él se hicieron uno.
(2010)
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12. |
Quiero Ver
03:51
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Quiero ver tus ojos claros de mar,
quiero ver tus labios rojos de sol.
Quiero ver tu manera de bailar
Con las olas, la arena, el coral,
la espuma y el caracol.
Quiero ver tu cabello marrón
y, cuando te deje de ver,
quiero verte sin dudas,
preciosa y desnuda con mi corazón.
Quiero ver tus rincones, (quiero ver)
quiero ver tus pasiones, (quiero ver)
quiero ver el delirio de tu piel
y escuchar las canciones de tu amor.
Quiero ver tus rincones, (quiero ver)
quiero ver tus pasiones, (quiero ver)
quiero ver el delirio de tu piel.
Quiero ver, quiero verte mi Limón.
Quiero ver tus dedos finos de cristal,
quiero ver tu Caribe y todo tu verdor.
Quiero ver tu estela blanca, tropical,
quiero ver con agua, fuego y con sal
la dulzura de tu calor.
Quiero ver tu morena tentación,
quiero ver tu belleza y fruición,
quiero ver tu ternura y tu pudor.
Quiero ver, quiero verte, mi Limón.
(2006)
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13. |
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|
Esta noche sedienta yo me he preguntado
quién eres y quién eres.
Porqué es triste tu carne como un leño apagado
y porqué tienes llena la boca de alfileres.
Y despacio, esta noche yo te he separado
como un árbol de amor, de las demás mujeres,
y haciendo de mi sangre un agua he bautizado
con ella tus angustias y placeres.
¡Y le he dicho a la muerte que no puede matarme!
¡Y le he dicho a la vida que no puede vencerme!
¡Y le he dicho a la tierra que si logra enterrarme,
a donde ella me entierre tú irás a recogerme!
¡Y le he dicho a la nada que si logra apagarme,
tú, con tus grandes besos, volverás a encenderme!
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